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sábado, 26 de abril de 2008

Masacre en La Española

Este es un relato de Fray Bartolomé de Las casas en su "Brevísima relación de la destrucción de las Indias" a cerca de como nuestros "salvadores", aquellos que trajeron "la" civilización exterminaron a la población originaria de la isla La Española, hoy Haití y Repúbica Dominicana. Desde el presente podemos criticar el hecho de que este hombre observó pasivamente estas escenas, pero para la época y siendo solo un fraile hay que reconocer el mérito de su denuncia. Además esta es una fuente histórica muy importante para entender (matizando algunos aspectos) la lógica de la crueldad de estos hombres, si es que la tiene...


"(...) En la isla Española, que fué la primera, como dijimos, donde entraron cristianos e comenzaron los grandes estragos e perdiciones destas gentes e que primero destruyeron y despoblaron, comenzando los cristianos a tomar las mujeres e hijos a los indios para servirse e para usar mal dellos e comerles sus comidas que de sus sudores e trabajos salían, no contentándose con lo que los indios les daban de su grado, conforme a la facultad que cada uno tenía (que siempre es poca, porque no suelen tener más de lo que ordinariamente han menester e hacen con poco trabajo e lo que basta para tres casas de a diez personas cada una para un mes, come un cristiano e destruye en un día) e otras muchas fuerzas e violencias e vejaciones que les hacían, comenzaron a entender los indios que aquellos hombres no debían de haber venido del cielo; y algunos escondían sus comidas; otros sus mujeres e hijos; otros huíanse a los montes por apartarse de gente de tan dura y terrible conversación. Los cristianos dábanles de bofetadas e puñadas y de palos, hasta poner las manos en los señores de los pueblos. E llegó esto a tanta temeridad y desvergüenza, que al mayor rey, señor de toda la isla, un capitán cristiano le violó por fuerza su propia mujer.
De aquí comenzaron los indios a buscar maneras para echar los cristianos de sus tierras: pusiéronse en armas, que son harto flacas e de poca ofensión e resistencia y menos defensa (por lo cual todas sus guerras son poco más que acá juegos de cañas e aun de niños); los cristianos con sus caballos y espadas e lanzas comienzan a hacer matanzas e crueldades extrañas en ellos. Entraban en los pueblos, ni dejaban niños y viejos, ni mujeres preñadas ni paridas que no desbarrigaban e hacían pedazos, como si dieran en unos corderos metidos en sus apriscos. Hacían apuestas sobre quién de una cuchillada abría el hombre por medio, o le cortaba la cabeza de un piquete o le descubría las entrañas. Tomaban las criaturas de las tetas de las madres, por las piernas, y daban de cabeza con ellas en las peñas. Otros, daban con ellas en ríos por las espaldas, riendo e burlando, e cayendo en el agua decían: bullís, cuerpo de tal; otras criaturas metían a espada con las madres juntamente, e todos cuantos delante de sí hallaban. Hacían unas horcas largas, que juntasen casi los pies a la tierra, e de trece en trece, a honor y reverencia de Nuestro Redemptor e de los doce apóstoles, poniéndoles leña e fuego, los quemaban vivos. Otros, ataban o liaban todo el cuerpo de paja seca pegándoles fuego, así los quemaban. Otros, y todos los que querían tomar a vida, cortábanles ambas manos y dellas llevaban colgando, y decíanles: "Andad con cartas." Conviene a saber, lleva las nuevas a las gentes que estaban huídas por los montes. Comúnmente mataban a los señores y nobles desta manera: que hacían unas parrillas de varas sobre horquetas y atábanlos en ellas y poníanles por debajo fuego manso, para que poco a poco, dando alaridos en aquellos tormentos, desesperados, se les salían las ánimas.
Una vez vide que, teniendo en las parrillas quemándose cuatro o cinco principales y señores (y aun pienso que había dos o tres pares de parrillas donde quemaban otros), y porque daban muy grandes gritos y daban pena al capitán o le impedían el sueño, mandó que los ahogasen, y el alguacil, que era peor que el verdugo que los quemaba (y sé cómo se llamaba y aun sus parientes conocí en Sevilla), no quiso ahogarlos, antes les metió con sus manos palos en las bocas para que no sonasen y atizoles el fuego hasta que se asaron de despacio como él quería. Yo vide todas las cosas arriba dichas y muchas otras infinitas. Y porque toda la gente que huir podía se encerraba en los montes y subía a las sierras huyendo de hombres tan inhumanos, tan sin piedad y tan feroces bestias, extirpadores y capitales enemigos del linaje humano, enseñaron y amaestraron lebreles, perros bravísimos que en viendo un indio lo hacían pedazos en un credo, y mejor arremetían a él y lo comían que si fuera un puerco. Estos perros hicieron grandes estragos y carnecerías. Y porque algunas veces, raras y pocas, mataban los indios algunos cristianos con justa razón y santa justicia, hicieron ley entre sí, que por un cristiano que los indios matasen, habían los cristianos de matar cien indios. (...)"


martes, 22 de abril de 2008

Un poco de historia: El Requerimiento

Requerimiento
[Ficción jurídica: Texto completo]
Monarquía Española
Redactado por Juan López de Palacios*

Nota preliminar:

Durante la conquista de América algunos teólogos pensaron que despojar a los indios de sus tierras, sin aviso ni derecho legal, ponía en peligro la "salvación eterna" de los Reyes de España. La solución a este dilema fue el Requerimiento. Escrito para ser leído frente a los enemigos antes de que comenzara la batalla, el documento les da la oportunidad de someterse pacíficamente a la autoridad de los Reyes de Castilla. Concluye que si los indios no aceptan la autoridad real, entonces serán culpables de "las muertes y daños que de ello se siguiesen".
En muchas ocasiones los españoles cumplieron con la exigencia legal de leer el texto antes de atacar a los indios. Lo hacían desde barcos o desde la cumbre de una colina, a grandes distancias de los indios, a veces en castellano y otras en latín. Luego, un notario certificaba por escrito que los indios habían sido advertidos.
Sobre el Requerimiento dijo fray Bartolomé de las Casas: "Es una burla de la verdad y de la justicia y un gran insulto a nuestra fe cristiana y a la piedad y caridad de Jesucristo, y no tiene ninguna legalidad".
El Requerimiento se usó durante décadas.

Requerimiento:

De parte del rey, don Fernando, y de su hija, doña Juana, reina de Castilla y León, domadores de pueblos bárbaros, nosotros, sus siervos, os notificamos y os hacemos saber, como mejor podemos, que Dios nuestro Señor, uno y eterno, creó el cielo y la tierra, y un hombre y una mujer, de quien nos y vosotros y todos los hombres del mundo fueron y son descendientes y procreados, y todos los que después de nosotros vinieran. Mas por la muchedumbre de la generación que de éstos ha salido desde hace cinco mil y hasta más años que el mundo fue creado, fue necesario que los unos hombres fuesen por una parte y otros por otra, y se dividiesen por muchos reinos y provincias, que en una sola no se podían sostener y conservar.
De todas estas gentes Dios nuestro Señor dio cargo a uno, que fue llamado san Pedro, para que de todos los hombres del mundo fuese señor y superior a quien todos obedeciesen, y fue cabeza de todo el linaje humano, dondequiera que los hombres viniesen en cualquier ley, secta o creencia; y diole todo el mundo por su Reino y jurisdicción, y como quiera que él mandó poner su silla en Roma, como en lugar más aparejado para regir el mundo, y juzgar y gobernar a todas las gentes, cristianos, moros, judíos, gentiles o de cualquier otra secta o creencia que fueren. A este llamaron Papa, porque quiere decir admirable, padre mayor y gobernador de todos los hombres.
A este san Pedro obedecieron y tomaron por señor, rey y superior del universo los que en aquel tiempo vivían, y así mismo han tenido a todos los otros que después de él fueron elegidos al pontificado, y así se ha continuado hasta ahora, y continuará hasta que el mundo se acabe.
Uno de los Pontífices pasados que en lugar de éste sucedió en aquella dignidad y silla que he dicho, como señor del mundo hizo donación de estas islas y tierra firme del mar Océano a los dichos Rey y Reina y sus sucesores en estos reinos, con todo lo que en ella hay, según se contiene en ciertas escrituras que sobre ello pasaron, según se ha dicho, que podréis ver si quisieseis.
Así que Sus Majestades son reyes y señores de estas islas y tierra firme por virtud de la dicha donación; y como a tales reyes y señores algunas islas más y casi todas a quien esto ha sido notificado, han recibido a Sus Majestades, y los han obedecido y servido y sirven como súbditos lo deben hacer, y con buena voluntad y sin ninguna resistencia y luego sin dilación, como fueron informados de los susodichos, obedecieron y recibieron los varones religiosos que Sus Altezas les enviaban para que les predicasen y enseñasen nuestra Santa Fe y todos ellos de su libre, agradable voluntad, sin premio ni condición alguna, se tornaron cristianos y lo son, y Sus Majestades los recibieron alegre y benignamente, y así los mandaron tratar como a los otros súbditos y vasallos; y vosotros sois tenidos y obligados a hacer lo mismo.
Por ende, como mejor podemos, os rogamos y requerimos que entendáis bien esto que os hemos dicho, y toméis para entenderlo y deliberar sobre ello el tiempo que fuere justo, y reconozcáis a la Iglesia por señora y superiora del universo mundo, y al Sumo Pontífice, llamado Papa, en su nombre, y al Rey y reina doña Juana, nuestros señores, en su lugar, como a superiores y reyes de esas islas y tierra firme, por virtud de la dicha donación y consintáis y deis lugar que estos padres religiosos os declaren y prediquen lo susodicho.
Si así lo hicieseis, haréis bien, y aquello que sois tenidos y obligados, y Sus Altezas y nos en su nombre, os recibiremos con todo amor y caridad, y os dejaremos vuestras mujeres e hijos y haciendas libres y sin servidumbre, para que de ellas y de vosotros hagáis libremente lo que quisieseis y por bien tuvieseis, y no os compelerán a que os tornéis cristianos, salvo si vosotros informados de la verdad os quisieseis convertir a nuestra santa Fe Católica, como lo han hecho casi todos los vecinos de las otras islas, y allende de esto sus Majestades os concederán privilegios y exenciones, y os harán muchas mercedes.
Y si así no lo hicieseis o en ello maliciosamente pusieseis dilación, os certifico que con la ayuda de Dios nosotros entraremos poderosamente contra vosotros, y os haremos guerra por todas las partes y maneras que pudiéramos, y os sujetaremos al yugo y obediencia de la Iglesia y de Sus Majestades, y tomaremos vuestras personas y de vuestras mujeres e hijos y los haremos esclavos, y como tales los venderemos y dispondremos de ellos como Sus Majestades mandaren, y os tomaremos vuestros bienes, y os haremos todos los males y daños que pudiéramos, como a vasallos que no obedecen ni quieren recibir a su señor y le resisten y contradicen; y protestamos que las muertes y daños que de ello se siguiesen sea a vuestra culpa y no de Sus Majestades, ni nuestra, ni de estos caballeros que con nosotros vienen.
Y de como lo decimos y requerimos pedimos al presente escribano que nos lo dé por testimonio signado, y a los presente rogamos que de ello sean testigos.

FIN
* Juan López de Palacios: Jurista y consejero real, quien se encargaba de sustentar la justicia de las empresas reales ("sastre jurídico"). Su obra De Justitia et Jure obtentionis ac retentionis regni Navarrae, fue la apología final de la conquista de Navarra. Autor también del Tratado de las Islas (1512), e inspirador de la legislación española para América, recogió ampliamente el concepto de la "inmadurez" de los indígenas, los cuales debían ser protegidos, como tiernos vástagos, hasta de sus propios defectos.

sábado, 19 de abril de 2008

Otro grande...

"El artista"


Una noche llegó a su alma el deseo de crear una imagen del Placer que resiste un momento. Y se adentró en el mundo en búsqueda del bronce. Porque sólo podía pensar en el bronce.
Pero todo el bronce del mundo había desaparecido, y en ninguna parte de todo el mundo había bronce que se pudiera encontrar, salvo el bronce de la imagen del Dolor que perdura por Siempre.
Ahora, esta imagen, que él mismo había hecho, y con sus propias manos, la había colocado en la tumba de lo único que había amado en toda su vida. En la tumba de lo muerto que más había amado había colocado esta imagen que había creado, que bien podría servir como señal del amor de un hombre que no muere, y como símbolo del dolor del hombre que perdura para siempre. Y en todo el mundo no había otro bronce salvo el bronce de esta imagen.
Y tomó la imagen que había creado, y la colocó en un gran horno, y la prendió fuego.
Y del bronce de la imagen del Dolor que perdura por Siempre creó la imagen del Placer que resiste un momento.


Oscar Wilde

miércoles, 16 de abril de 2008

Aprendí… Y decidí

Este escrito de Walt Disney va dedicado a todos ustedes, personas y personajes fantásticos que leen y se dejan leer, que comparten sinceramente ese barullo ardiente, de adentro, que se desata ante el desencuentro y las ganas de cambiar el mundo. Y esto último que no suene imposible, creo que es un deseo que no se puede expresar con otras palabras, aunque suene utópico.
Así, después de estar unos días medio triste, pero sanamente triste (si no me entienden lean "Instrucciones para abrir el paquete de jabón Sunlight", que publiqué hace rato), vuelvo a compartirles algo:

Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí triunfar…
decidí no esperar a las oportunidades sino yo mismo buscarlas,
decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución,
decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis,
decidí ver cada noche como un misterio a resolver,
decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.

Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades
y que en estas, está la única y mejor forma de superarlo.
Aquel día dejé de temer a perder y empecé a no temer a ganar.
Descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui,
me dejó de importar quien ganara y quien perdiera,
ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer.

Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima,
sino jamás dejar de subir.
Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener,
es tener el derecho de llamar a alguien “amigo”.

Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento,
“el amor es una filosofía de vida”.

Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados
y empecé a hacer mi propia tenue de luz de este presente.
Aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás.

Aquel día decidí cambiar tantas cosas…

Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad.
Desde aquel día ya no duermo para descansar…

AHORA SIMPLEMENTE DUERMO PARA SOÑAR.


jueves, 10 de abril de 2008

Escobas y aquelarres (una de brujas...)

Unas 500.000 personas fueran declaradas culpables de brujería y murieron en la hoguera entre los siglos XV y XVII en Europa. En primer lugar, se plantea el problema de por qué alguien debería creer en brujas que volaban por los aires y, en segundo lugar, por qué esta noción llegó a ser tan popular durante los siglos XVI y XVII.
Aunque existe un gran número de confesiones, éstas se obtenían mediante tortura, obligando además a confesar el nombre de otras personas presentes en el aquelarre. Como recompensa por su cooperación las brujas podían aspirar a ser estranguladas antes de la hoguera. Toda confesión arrancada bajo tortura tenía que ser confirmada antes de que se dictara sentencia.
Prácticamente todas las sociedades del mundo tienen algún concepto sobre la brujería, pero el caso europeo fue más feroz, duró más y causó más víctimas que cualquier otro. Incluso en Europa sólo se empleó la tortura después del año 1480. Antes del año 1000, nadie era ejecutado si algún vecino decía haberle visto con un diablo, aunque las gentes se acusaban entre sí y existía mucha especulación. Pero las autoridades estaban poco interesadas en realizar un caza sistemática de brujas. En un principio la iglesia negaba la existencia de brujas que volaban, después de 1480 se prohibió creer que no ocurría.
La iglesia autorizó por primera vez el empleo de la tortura contra las asociaciones eclesiásticas ilícitas como los cátaros. Para combatir estos movimientos subversivos la iglesia creó la inquisición, un poder paramilitar encargado de vigilar la herejía. La brujería seguía siendo un crimen pero no una herejía, aunque con el paso del tiempo los inquisidores se preocuparon cada vez más por la brujería. Alegaban que se había desarrollado un tipo de bruja que podía volar. En 1488 Roma autorizó a los inquisidores a actuar contra las brujas. La brujería era acusada de provocar todas las desgracias inimaginables, muerte de niños, enfermedades, esterilidad, locura…
Se ha demostrado que las brujas europeas se asociaban con el empleo de ungüentos mágicos. Los sujetos caían en un profundo sueño y al despertar decían que habían estado en un largo viaje. Se cree que el alucinógeno activo en los ungüentos era la atropina, un poderoso alcaloide que produce la mandrágora, el beleño y la belladona. El rasgo más destacable de la atropina es que se absorbe a través de la piel. La mayor parte de los aquelarres verdaderos explicaban experiencias alucinógenas mediante la aplicación previa del ungüento. Pero persiste el enigma de por qué tuvieron que morir 500.000 personas por crímenes cometidos en los sueños de otra persona.

-Marvin Harris-

domingo, 6 de abril de 2008

El bovarismo

No sé si han leído Madame Bovary, de Gustave Flaubert. La verdad se los recomiendo, es una historia increíble y para la época fué un libro cuyo estilo literario fue totalmente innovador. La protagonista de esta historia, Madame Bovary, tiene un carácter particular y una visión propia del mundo y la vida en sociedad. Espero que lo siguiente, un trabajo que realicé hace rato sobre el fenómeno del "bovarismo", les de ganas de leer esta obra o, si ya la leyeron, sea útil para terminar de analizarla.
Hablamos de bovarismo propiamente dicho cuando nos remitimos a ciertas actitudes que poseen algunos individuos que, por carecer de capacidad de autoanálisis, creen estar por encima de su entorno social, ya que imitan los hábitos de la clase social o del grupo intelectual al que desean pertenecer. Así, creyéndose mejor de lo que son, pretenden infundir respeto ante esta idealización de sí mismos que se han formado.
Como siempre, hay objeciones, y ha surgido un segundo concepto para este término: Hoy no solo se habla del bovarismo ascendente (explicado anteriormente), sino que también utilizamos este término para referirnos a aquellos individuos que se creen menos de lo que son.
Sucede en ocasiones que individuos con una gran capacidad intelectual se acomodan en la mediocridad y desde esa posición buscan un destino acorde a esa manera de ver el mundo que adquieren. Este tipo de bovaristas se esfuerzan para no ser ignorados por aquellas personas que, en el fondo, contradicen completamente su personalidad. También se reúnen con gente que no les interesa en absoluto y adquieren hábitos para nada correspondientes a sus verdaderos gustos.
También existe otro tipo de bovarismo, parecido al descendiente, que poseen los llamados “hombres-masa”. Estos individuos son vulgares y eligen siempre lo más cómodo, lo más fácil, lo menos comprometedor; y se niegan a la excelencia creyéndose nobles.
Lo grave del asunto es que los bovaristas no fingen, sino que creen poseer verdaderamente la forma en la que deciden comportarse y son completamente libres al elegirla, sin ningún tipo de presión.
Personalmente creo que el bovarismo, ascendiente y descendiente, está muy presente en nuestra sociedad. Está en las familias, en los grupos de amigos, en el desempeño laboral de cada individuo y en los gobiernos; en fin, se encuentra en todos los ámbitos en donde cualquier hombre se desempeñe (no importa cuales sean sus condiciones).
Hoy los jóvenes están cada vez mas desconcertados ante el mundo y no aprovechan su capacidad intelectual y los valores que se les infunden para resolver diversas situaciones que se les presentan, que son determinantes para su futuro. Un ejemplo claro es la elección de una carrera: O se deciden por la de la mayoría de sus amigos, o por una que sea corta, que tenga salida laboral asegurada y que dé dinero. También se presenta el caso de ciertos gobernantes que son muy incompetentes, pero han llegado al poder mediante una seguridad desmedida sobre sí mismos.
En conclusión: El bovarismo estuvo, está y estará siempre presente en todas las sociedades, porque nunca todos están completamente convencidos de que poseen ciertas virtudes y nunca falta el que se las inventa.


Analuz

viernes, 4 de abril de 2008

"GRÁBALO EN PIEDRA"

Cuenta una historia que dos amigos iban caminando por el desierto. En algún punto del viaje comenzaron a discutir, y un amigo le dio una bofetada al otro. Lastimado, pero sin decir nada, escribió en la arena: "Mi mejor amigo me dio hoy una bofetada."
Siguieron caminando hasta que encontraron un oasis, donde decidieron bañarse. El amigo que había sido abofeteado comenzó a ahogarse, pero su amigo lo salvó. Después de recuperarse, escribió en una piedra: "Mi mejor amigo hoy salvó mi vida."
El amigo que había abofeteado y salvado a su mejor amigo preguntó:
- Cuando te lastimé escribiste en la arena y ahora lo haces en una piedra. ¿Por qué?
El otro amigo le respondió:

- Cuando alguien nos lastima debemos escribirlo en la arena donde los vientos del perdón puedan borrarlo. Pero cuando alguien hace algo bueno por nosotros, debemos grabarlo en piedra donde ningún viento pueda borrarlo.
Aprende a escribir tus heridas en la arena y grabar en piedra tus venturas.

Dicen que toma un minuto encontrar a una persona especial, una hora para apreciarla, un día para amarla, pero una vida entera para olvidarla.
Este día he sido honrado con la amistad de mucha gente maravillosa, entre ellas tú. Considera esto grabado en piedra.
-Autor anónimo-

miércoles, 2 de abril de 2008

El cuento de Blancanieves y su moraleja


Les parecerá extraño que les cuente este cuento, pero espero que lo lean y el análisis posterior lo justifique. Entonces…

En un país muy lejano vivía una bella princesita llamada Blancanieves, que tenía una madrastra, la reina, muy vanidosa.
La madrastra preguntaba a su espejo mágico y éste respondía:
- Tú eres, oh reina, la más hermosa de todas las mujeres.
Y fueron pasando los años. Un día la reina preguntó como siempre a su espejo mágico:
- ¿Quién es la más bella?
Pero esta vez el espejo contestó:
- La más bella es Blancanieves.
Entonces la reina, llena de ira y de envidia, ordenó a un cazador:
- Llévate a Blancanieves al bosque, mátala y como prueba de haber realizado mi encargo, tráeme en este cofre su corazón.
Pero cuando llegaron al bosque el cazador sintió lástima de la inocente joven y dejó que huyera, sustituyendo su corazón por el de un jabalí.
Blancanieves, al verse sola, sintió miedo y lloró. Llorando y andando pasó la noche, hasta que, al amanecer llegó a un claro en el bosque y descubrió allí una preciosa casita.
Entró sin dudarlo. Los muebles eran pequeñísimos y, sobre la mesa, había siete platitos y siete cubiertos diminutos. Subió a la alcoba, que estaba ocupada por siete camitas. La pobre Blancanieves, agotada tras caminar toda la noche por el bosque, juntó todas las camitas y al momento se quedó dormida.
Por la tarde llegaron los dueños de la casa: siete enanitos que trabajaban en unas minas y se admiraron al descubrir a Blancanieves.
Entonces ella les contó su triste historia. Los enanitos suplicaron a la niña que se quedase con ellos y Blancanieves aceptó, se quedó a vivir con ellos y todos estaban felices.
Mientras tanto, en el palacio, la reina volvió a preguntar al espejo:
- ¿Quién es ahora la más bella?
- Sigue siendo Blancanieves, que ahora vive en el bosque en la casa de los enanitos...
Furiosa y vengativa como era, la cruel madrastra se disfrazó de inocente viejecita y partió hacia la casita del bosque.
Blancanieves estaba sola, pues los enanitos estaban trabajando en la mina. La malvada reina ofreció a la niña una manzana envenenada y cuando Blancanieves dio el primer bocado, cayó desmayada.
Al volver, ya de noche, los enanitos a la casa, encontraron a Blancanieves tendida en el suelo, pálida y quieta, creyeron que había muerto y le construyeron una urna de cristal para que todos los animalitos del bosque pudieran despedirse de ella.
En ese momento apareció un príncipe a lomos de un brioso corcel y nada más contemplar a Blancanieves quedó prendado de ella. Quiso despedirse besándola y de repente, Blancanieves volvió a la vida, pues el beso de amor que le había dado el príncipe rompió el hechizo de la malvada reina.
Blancanieves se casó con el príncipe y expulsaron a la cruel reina y desde entonces todos vivieron felices.
Fin

Bien, les cuento: En una clase de una materia pedagógica que estoy cursando la profesora nos leyó este cuento para referirse un poco a la relación maestro-alumno.
La reina vendría a ser el docente, quien muchas veces está orgulloso de su conocimiento y por ello es vanidoso, y otras lo es sólo por ocupar una posición jerárquica más elevada. De repente se enfrenta con Blancanieves, o sea “el otro”, el alumno, quien como sujeto también tiene su propia historia y, como en este caso, tiene la posibilidad de superar al maestro, termina siendo un espejo de este.

MORALEJA (para todos): Siempre hay otro/s a los cuales hay que prestarles atención, porque muchas veces saben cosas que nosotros no, y por vanidad no deberíamos mandarlos a matar (metafóricamente hablando).
Es fundamental conocer sus historias y también valorar sus cualidades particulares, iguales o mejores que las nuestras, porque así es como se construye la vida en sociedad: Aceptando que la sabiduría está distribuida y no todo está en nosotros. Y no sólo hablo de “tolerancia” hacia lo diferente (frase que me aturde…), sino de la bondad de permitir el acto creativo que significaría el trabajo comunitario en cada ámbito y a un nivel cada vez mayor.
Por suerte el otro no ha muerto, nosotros muchas veces lo hechizamos para ignorarlo y tenerlo lejos. Es hora de que veamos el lado positivo en su despertar…